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Otra nueva celebración de nuestro programa estrella del Alto Atlas, el Caza 4 miles, con un 100% de éxito en la subida a las montañas propuestas.

Iniciamos la ascensión desde Imlil al refugio Lepiney una cálida, pero no tórrida mañana de principios de junio, al salir del pueblo nos sorprenden los cerezos abarrotados de rojas cerezas a punto ya de ser comidas. No desaprovechamos la ocasión para degustar algunas de ellas. Realmente estaban ya en su punto, sabrosas, dulces ….

Como siempre que subimos al refugio Lepiney comemos en las proximidades del Azib Tamsoult. Almuerzo a la sombra de las encinas milenarias con siesta de rigor incorporada. Todo un lujo. Por la tarde seguimos la larga pero variada subida hasta el refugio pasando por al lado de la siempre espectacular cascada de Irhouulidene.

Llegada por la tarde al refugio Tazarhart, también conocido como Lepiney. Tarde mágica, como todas las que he podido pasar en este rincón escondido y solitario. Sin duda, con el tiempo, se está convirtiendo en mi recodo preferido de estas altas montañas africanas a las cuales viajo con tanta frecuencia. Un regalo para los amantes de sitios auténticos y poco frecuentados. La esencia de la montaña en toda su pureza. Sueño con volver aquí en invierno para realizar escaladas glaciares. No tardaré mucho.

Por la noche nos sorprende un fuerte vendaval y agradecemos estar dentro del robusto refugio. Nos preguntamos si al día siguiente podremos subir a la cumbre con tanto viento. Por la mañana un confiado Nacho, uno de los integrantes del grupo, sale una primera vez del refugio y al volver nos comenta que no hace tanto viento como parece. Cuando sale la segunda vez vuelve pidiendo ayuda para recuperar las gafas. El viento se las ha arrancado de la cara sin previo aviso y sin ellas no divisa con claridad donde han ido a parar.

A pesar del viento que apenas arrecia, nos armamos de prudencia y valor y subimos hacia la primera de las cumbres. Este primer día de cimas hemos modificamos el programa con respecto a otros años. En esta ocasión volveremos al refugio Lepiney y subiremos el primer 4mil, el Biguinnoussenne, con la intención de bajar por otro valle y realizar una bonita y variada excursión circular refugio – cumbre – refugio. La modificación no se debe al vendaval, ya la teníamos programada de antemano, y resulta ser todo un acierto.

Como era de esperar la subida a esta solitaria y altiva cumbre no defrauda a nadie del grupo, al contrario, todos se muestran encantados de ascender por estos canchales, repisas y muritos tan recónditos y perdidos. Fotos de cumbre. Por suerte el viento ya no es tan violento y nos permite disfrutar de la estancia en la zona más alta, justo 2 metros por encima de la mágica línea de los 4mil, que es la altura del Biguinnoussenne.

Con esta modificación del programa, evitamos la siempre desagradable y hasta cierto punto peligrosa bajada por la canal de la vertiente este de Biguinnoussenne que lleva al refugio Toubkal y que en alguna ocasión ya nos había provocado algún pequeño susto sin mayores consecuencias. No es un terreno apropiado para ir en grupo y con total seguridad, a partir de ahora, lo evitaremos tal como hicimos en esta, la edición del Caza 4miles de junio del 2022.
El segundo día de cumbres (tercero de montaña y cuarto del programa) también lo modificamos, subiendo a los Afella desde el refugio Lepiney. Esta subida aún era para mi un terreno desconocido y también resulto ser una grata sorpresa. La subida al lado de la vistosa cascada que cae del circo implica tramos cortos de fácil y franca escalada, que podemos calificar de divertida y poco o nada peligrosa. Terreno franco. Tras la subida por las gradas llegamos al espectacular circo de Ouarzane. Con la recortada y tormentada cresta Biguinnoussenne – Akristons – Afella cerrando el valle por el lado de levante. Un dentado y largo cordal que cuenta entre mis asignaturas pendientes más importantes en estas altas montañas.

Coronamos los dos Afella en un día también de viento, el cual mantiene las temperaturas a raya. No hace frio, pero tampoco hace calor y en los momentos en que nos paramos buscamos siempre donde resguardarnos de los arrebatos del omnipresente Eolo. Por la tarde coronamos el Akioud tras realizar el espectacular pero fácil franqueo por debajo de los Afella, y con prudencia por la existencia aún de nieve residual, descendemos al valle de los refugios de Toubkal. Abandonamos los valles solitarios para entrar en terreno frecuentado.

Al llegar al refugio nos juntamos con el grupo que viene a subir la Trilogía. A la jornada siguiente subimos Ras y Afella, en una jornada en que el viento ya casi ha desaparecido. Día que pasa más agradable es la meteo. Esta es la jornada menos intensa de todo el programa, lo que se agradeceré tras el largo día de Afella – Akioud. Al volver al refugio encontramos el tercer grupo, el que viene por el programa del Toubkal express.

Grata sorpresa para los que vinieron solo al Toubkal, ya que siguiendo los planes del caza 4 miles, todos se apuntan a subir cuatro cumbres en vez de solo una. Toubkal oeste, el Toubkal, Imouzzer y el Tibherine oeste, la famosa cumbre del avión.

Mi cumbre 33 del Toubkal !!!! vuelvo a coleccionarlas a un ritmo similar al de antes de la maldita pandemia. Pequeños penitentes de nieve resisten a desaparecer, agónicos bajo un sol y un calor que anuncia la llegada del inminente e inacabable verano. Unos hilillos de nubes estiradas pentinan el cielo azul y vibrante. Son nubes puramente adornativas. Hoy es uno de esos días que invitan a holgazanear en los alto del norte de África, ya no queda ni el más mínimo rastro de los fuertes vientos de los días anteriores.

Larga jornada que combinamos con el descenso a Imlil donde ya llegamos con la nooche en las puertas. Los cerezos ya no tienen frutos. Todos ellos han sido recolectados durante estos días en que nosotros estábamos por las altas cumbres. Los ciclos de la vida se complementan y repiten año tras año, como esperamos poder ir repitiendo este interesante e intenso programa que nos permite subir todas las cimas principales y más altas del Alto Atlas.

Crónica del viaje realizado a principios de junio del 2022, junto con Elena Jiménez, Tomas Rivilla, Nacho Couñago, Javi Cámara, Carles Pérez, Alejandro de Rivas, Raúl Largo, Ana Montejano, Judith Noguerola, Sonsoles castillo, Elisa Jiménez, Jorge Antonio Martínez, Víctor Fernández, Sergio del Rio, Sonia Tezanos, Iban Méndez y Yolanda Rovira.
