Este febrero del 2021, como ya viene siendo habitual en los últimos años, organicé un Toubkal invernal tras el Toubkal navideño. Por suerte, poco a poco, los viajeros van perdiendo el miedo a viajar tras la pandemia y nuevamente se van animando grupos a venir al Atlas.
Este año, no obstante, nos encontramos con una previsión de tiempo meteorológico completamente “catastrófica”, llueve en Marrakech, cae aguanieve en Asni y nieva con fuerza en Imlil, donde ya nos da la bienvenida una estampa de postal completamente navideña. Con muñeco de nieve incorporado. La previsión es más de lo mismo, para hoy, mañana y pasado mañana.
Las dudas sobre si subiremos o no al Toubkal se disipan completamente al llegar a Imlil. Mohmad, uno de nuestros guias, nos informa que los puestos de control de la policía no permiten el paso. En caso de mal tiempo y nevada intensa se cierra el acceso al valle por seguridad. Toca entonces cambiar de planes.
Lo que en un principio parecía ser un plan “B” descafeinado y sin demasiado interés, se convirtió en una bonita y agradable experiencia para todos. En los dos días de actividad subimos dos cumbres panorámicas del valle de Imlil. El primer día el Tasserimoute por el collado de Tizi n´Mzik y el segundo días el Adrar Tamalaroute por el Valle de Tamatert. Y es que el Toubkal casi siempre se puedo ascender sin problemas, de hecho esta era mi 30 vez que venía a subirlo y hasta ahora el éxito había sido del 100% … pero ver el Valle de Imlil completamente nevado y ver caer una copiosa y extensa nevada, es algo realmente inusual y atípico. Bajo esta perspectiva los compañeros de viaje se pueden sentir auténticamente afortunados, ya que lo que estamos viendo estos días raramente se repite.
La nevada, suave, larga va tapando los contrastes del camino, la vegetación, las rocas. Transmite paz, armonía, sosiego … subimos poco a poco siguiendo el trazo del guía, que de tanto haber caminado por estas sendas , adivina el camino sin problema a pesar de que el mismo está completamente oculta bajo más de palmo y medio de nieve reciente.
La cumbre de Tasserimoute no nos permite ver las extraordinarias vistas que tiene. Parece que el cielo se quiera abrir, hay un resol que nos obliga a protegernos la vista no las gafas de sol, parece que se despeja, se insinúa algún trazo de cielo azul, pero no… falsa alarma. Bajamos al valle envueltos de nuevo en un paisaje completamente invernal, diríase que casi ártico, si no fuese porque la arquitectura de los pueblos nos recuerda que estamos en tierras bereberes.
La noche intermedia vuelve a cerrarse el cielo, a encapotarse las nubes y a nevar con insistencia. Al segundo día volvemos a disfrutar de la estampa navideña y la copiosa nevada mientras ascendemos por el Valle de Tamatert y sus preciosos pueblos bereberes. Caminamos por las estrechas y encharcadas callejuelas de los diferentes pueblos del Valle: Targa Imoula, Tamatert, Aït Souka, calles llenas de barro y nieve pisada, campos inmaculados de nieve sin pisar.
A diferencia del día anterior, al llegar a la cumbre secundaria del Adrar Tamalaroute, se deja ver el sol y parte del paisaje. Una deslumbrante nieve brillante y de un blanco intenso nos regala unas buenas luces para la foto de cumbre. A la bajada nos espera una buena comida en el collado de Tizi n’Tamatert. Y por la tarde una tranquila bajada al corazón de Imlil donde tomamos un buen café y parte del equipo aprovecha para realizar algunas compras de productos locales.
Podéis encontrar más información de la ascensión al Tasserimoute en el siguiente enlace: https://atlastoubkalblog.com/2019/04/27/tasserimoute-ruta-circular-desde-imlil-ficha-tecnica/
Podéis encontrar más información de la ascensión al Adrar Tamalaroute en el siguiente enlace: https://atlastoubkalblog.com/2018/08/04/adrar-tamalaroute-desde-imlil-por-el-tizi-ntamatert/
Actividad realizada en febrero del 2021 junto con Xavi Alonso, Ismael Antequera, Ainoha Padrón, Ivan Iranzo, Luis Bozzo, Julián Alegría, Ma Eugenia Tabares, Gemma Casals, María Domínguez Torres y los guias Mohmad y Hassan Azdour.
No pudo ser el Toubkal, allá queda para otra ocasión, pero podemos sentirnos completamente afortunados de haber transitado y visto un Imlil bastante inédito, ya que si bien no habituales las nevadas en estos pueblos durante el invierno, rara vez lo hacen con la intensidad de estos días, dejando una estampa tan sumamente invernal. Y es que… como diría el refrán… no hay mal que por bien no venga.
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