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En junio del 2018, dentro de lo que es la Gran Travesia del Atlas del M’Goun al Toubkal, realizamos la primera fase de la misma que resulta ser la travesia E-O del M’Goun.
Personalmente era mi primera visita al M’Goun, un macizo bastante enigmático y radicalmente diferente a la zona del Toubkal. Aquí encontramos grandes extensiones, onduladas formas y profundísimas gargantas. Ninguna cumbre con formas singulares, puntiagudas … por doquier formas bonachonas.
Tras la llegada a Marrakech del primer día, la segunda jornada la destinamos a llevar a Tabant, donde nos acomodamos en la Gîte d’Etape tras un via tortuoso de varias horas en vehículo. Por la tarde paseamos hacia el próximo pueblo de Agouti, donde nos tomamos un refresco y aprovechamos para irnos conociendo mutuamente los integrantes del grupo que íbamos a realizar la travesia.
Al día siguiente, con un tiempo excelente, remontamos el collado de Tizi-n-Tarkeddit, el cual casi tiene la altura del Aneto, poco le falta para los 3.400 m. Un desnivel considerable si tenemos en cuenta que el punto de partida está a 1.910 m de altura. Desde el collado la vista es espectacular. El M’Goun se nos descubre con toda su extensión tras una enorme meseta. Grandes montañas, grandes distancias. Destaca el contraste del majestuoso paisaje con las tonalidades completamente rojizas y granates de parte de la montaña.
Acampamos en las proximidades del refugio de Tarkkedit, el cual está custodiado todo el año. Zona de Prados verdes y agua abundante. Tranquila velada como antesala de la ascensión de las cumbres provista para la siguiente jornada.
Al día siguiente, cuarto de viaje y segundo de la travesia, nos dedicamos a subir las cumbres del M’Goun coronando las 3 puntas de más de 4.000 metros que tiene el macizo: El Ighir-n-Taghourt, de 4.008 m. el M’Goun central. 4001 m y la cumbre de Oumsoud, 4.068 m, que es la más alta y por tanto, la principal. La subida en si discurre por terreno bastante cómodo para ganar desnivel hasta llegar al cordal, momento en que seguimos la larga, estética pero fácil cadena hacia el este.
El momento de cumbre fue especialmente entrañable. El día era excelente, con una visibilidad casi inmejorable y todos los miembros del grupo habíamos coronado la mayor cota de la travesia sin demasiados contratiempos. Momento de celebraciones, fotos y también de un merecido descanso. El descenso lo realizamos alargando el trayecto hasta el collado de Tizi n-Iquandoul. Variando así el trayecto de bajada respecto al de subida.
A la llegada al campamento en las proximidades de refugio Tarkkedit la tarde ya está avanzada. Nos sentimos cansados pero contentos. Es momento de reponer fuerzas para la jornada del día siguiente que resultó ser la más larga y laboriosa.
Al 5º día intentamos descender por las Gargantas pero las mismas se complican de mala manera. No son fáciles como las gargantas que descienden al valle de las Rosas y en algunos tramos encontramos pasos técnicos con destrepes y flanqueos aéreos con peligrosas posibles caídas. La prudencia se impone y volvemos a remontar el tramo descendido por las gargantas, lo que nos hace perder mucho tiempo y energías.
Remontando el collado se nos presenta el segundo percance del día, por suerte sin mayores consecuencias. Al pasar por las proximidades de unos humildes azibs unos niños bereberes jugando con una onda alcanzan a uno de nosotros dándole una pedrada en la cabeza. Un buen susto sin mayores consecuencias. Hussein, nuestro guía, realiza las pertinentes averiguaciones para realizar la consiguiente queja o denuncia a las autoridades locales. Él es el primer interesado en que incidentes como este no se repitan.
La jornada se hace verdaderamente larga y no es hasta las mismas proximidades del pueblo del Tasgaïwalt, que la senda no deja de ser tortuosa, tanto en la bajada como en el largo trayecto junto a las aguas del rio de Oued Tessaout, para convertirse ya en una cómoda pista. Campamento ya con la noche llamando a las puertas en las cercanías del pueblo. Hoy todos caemos redondos de cansancio. Merecida cena y a dormir.
El último día de la travesia O-E del M’Goun tiene dos tramos bien diferenciados. Al principio unos cuantos quilómetros por carretera que se hacen pesados, demasiado asfalto. Tras llegar al bonito y fortalizado pueblo de Ichbaken el trayecto cambia radicalmente al meterse por la ribera del rio, el cual tendremos que atravesar constantemente, mojándonos al final el calzado sin remedio.
Cabe destacar el paso bajo las impresionantes paredes de la montaña de Talat n’Tazart, un impresionante murallón de quizás casi un millar de metros de longitud que puede hacer la delicia de los escaladores más intrépidos. Mucho terreno vertical por explotar.
Finalizamos la jornada en la agradable Gîte d’Etape de Aït Ali N Ito. Aquí pasamos la última noche juntos. Mañana por la mañana la mayoría de los integrantes del grupo marchan de regreso para Marrakech, yo continúo junto a mi hijo, el guía y buen amigo Hussein y dos muleros, Lahzen y Ibrahim, realizando la Gran Travesia … pero eso ya es otra historia a la que le dedicaré la correspondiente entrada en el blog. Hasta aquí la recomendable y variada travesia O-E del M’Goun.
Travesía realizada en junio del 2018 junto con Salvador López, Alberto Martínez, Eva Jorqui, Dorita Sanz, Albert Ortega, David Alejandro de Vicente, Juan Antonio Agustí, Estefanía Belda, José Guillem, Merche Lázaro, Álvaro Ortiz y mi hijo Dídac Sánchez, alias «Petit Crestas».
PODEIS VER LA FICHA TÉCNICA DE LA TRAVESIA O-E DEL M’GOUN Y DESCARGAR TRACKS CLICKANDO FRASE