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Tras el éxito del “caza 4miles” de septiembre del 2018, tenía ganas de seguir innovando en lo que respecta las diferentes posibilidades de trekking y ascensiones que tienen estas bonitas montañas del Atlas, más allá de lo que es el frecuentado valle del Toubkal.

De hecho, cada vez que subía al Ras, Timesguida y Afella, tenía la curiosidad de conocer los valles que acceden desde el sur a estos gigantes de la cordillera. Conocía la cabecera del valle de n’Ouanoukrim, pero no los caminos que acceden a ellos ni las aldeas de las partes bajas. No tarde por tanto en diseñar un programa muy exclusivo al que denominé “Los 4miles desconocidos” por aquello que se iba a acceder a los otros 4 miles principales del Atlas pero por valles y senderos que son absolutamente desconocidos para los montañeros extranjeros. “Solo para auténticos aventureros” rezaba la propaganda del programa, para ahuyentar a los que no pueden concebir la montaña sin las comodidades de un buen refugio.

El programa también tuyo un gran éxito de convocatoria y un “pequeño ejército” de intrépidos montañeros formamos la que seguramente habrá sido hasta la fecha la “micro-expedición” más numerosa para subir a los Afella y Timesguida por este remoto y solitario valle.

Tras salir de Marrakech el primer día y pasar por Asni, nos desviamos a los valles del sur para llegar a la última aldea, de nombre Aguerda. Desde aquí emprendimos la larguísima ascensión al valle de n’Ouanoukrim. El valle es salvaje donde los allá, y todo el rato el camino sube en diagonal a media pendiente, lejos del lecho del rio y lejos de ningún tipo de rellano, hasta el punto que a primera vista parece mentira que se pueda instalar un campamento. Por fin, ya en la parte alta, en una especie de arista secundaria y con agua cerca, nuestros guias y muleros nos enseñan el único emplazamiento posible. Parece un verdadero nido de águilas. Un lugar hermoso, remoto, auténtico. Estamos en las cercanías de los Azib Iouzaguer. Las vistas sobre los Afella, Timesguida y Tazarhart son soberbias. Te hacen sentir diminuto en las dimensiones de estas grandes montañas.

Al día siguiente, el tercero de viaje y el 2º de trekking, subimos a los Afella, de 4.040 m y 4.043 m., por la cabecera del valle de Ouanoukrim, pasando por los Azib homónimos. La ascensión de los Afella desde aquí es larga y monótona. Cuando llegamos a las cumbres gemelas el equipo por mayoría casi unánime descarta el continuar la jornada con el Akoiud. Al llegar al collado nos encontramos con Antonio, un viejo amigo que a sus casi 80 años de edad se ha apuntado al programa “solo para locos”. El se ha quedado rezagado con un guía. En un principio él ha venido, principalmente, con el interés de subir los Afella. Unos de los pocos 45miles que no había subido en el Atlas. ¿Qué Antonio, no subes? Le pregunto. “El guía dice que es tarde y que mejor volver con el resto del grupo” responde resignado. ¿Cómo? … vamos pa`rriba”

A partir de este momento empezaron los que para mi fueron las horas más entrañables de este pequeño viaje. Fue un placer retornar a las cumbres junto con Antonio, los dos solos. Sus ojos brillaban de felicidad. Estaba radiante de poder estar, al fin, en las cumbres solitarias y olvidadas de los Afella. Luego aún nos atrevimos a continuar la travesía con el Plateau de Tazarhart, de 3.980 m… “si vamos poco a poco y me indicas por donde seguir, subimos” me respondió Antonio cuando le pregunté por la siguiente ascensión. La travesía de Tazarhart fue mágica, la tarde nos regaló unas luces diáfanas, transparentes, casi irreales. La bajada se hizo larga, larguísima, incómoda aunque fácil. Sin sendero. Terreno salvaje. Llegamos tarde, cansados y yo completamente fascinado por la resistencia y tenacidad de Antonio a sus casi 80 años. Todo un ejemplo. Tras casi un día sin comer me atraqué de palomitas, cordero y te… mala combinación para pasar una mala noche con indigestión continuada.

El precio lo pagué al día siguiente. Antonio y yo nos quedamos rezagados del grupo y al final el optó por esperar en un idílico llano verde a que bajase el grupo para volver al campamento. Yo seguí solo hacia el Timesguida, subiendo por sendas semi dibujadas que desconocía, oliendo el camino, tirando de instinto. Al final volví a reagruparme con el grupo en la arista del Adrar n’Mziern y poco a poco, a un ritmo lento y bastante castigado por la indigestión nocturna, coroné una vez más el enorme Timesguida, de 4.089 m, por una ruta muy raramente ascendida.

Bajada también salvaje por un sistema de canales y a desmontar el campamento que esa misma noche estaba previsto de bajar a la aldea de Aguerda. Debo aceptar que fue una jornada demasiado maratoniana y larga y que en la planificación de próximos grupos, tras el Timesguida, se programará una nueva noche en el campamento alto. Personalmente llego verdaderamente derrotado a destino, hasta el punto que me disculpo de los restantes integrantes y literalmente me fundo en el saco. Que bendición !!!

Al día siguiente bajamos unos tramos del valle caminando para ser recogidos por el transporte e ir a Imlil, pasando por Asni y el bonito embalse de Oued Nfiss donde comemos. Día de relax. Al llegar a Imlil coincidimos con el grupo del Toubkal exprés. Se acabaron los lugares solitarios, casi virginales, donde se respira la vida ancestral de los pastores bereberes. Ahora volvemos al mundo masificado de la vía normal del Toubkal. Una interesante combinación para que los compañeros de viaje descubran por ellos mismo es enorme contraste entre una montaña y la otra.

La subida al Toubkal la “modificamos” sobre la marcha con una ascensión nocturna para ver salir la puesta de sol desde lo más alto de la Cordillera del Atlas. Un bonito cambio improvisado que todos aceptan de buena gana. Tras el Toubkal bajada a Imlil y al día siguiente descanso y celebraciones en Marrakech. Todos los “locos” han llegado un poco más “cuerdos” de las interesantes experiencias de conocer otra versión de las montañas del Alto Atlas, que muy pocos podrían llegar a imaginar si no se animan a conocer estos increíbles contrastes. Los 4miles desconocidos vuelven a estar nuevamente en su eterna atmosfera de olvido y soledad, esperando a que otros intrépidos montañeros valoren la originalidad por encima de lo archiconocido.

Actividad realizada en septiembre del 2019 junto con Antonio Aragón, Gloria Arnavat, Bea Aguado, Bàrbara Sitjà, Adrian Aguado, Yolanda Quiros, Jose Manuel Fernandez, Guillelme Iglesias, Montse Jordà, Nuria Mas, Roberto Lamas, Roi Martinez, Dimas Barras, Josep Nebot i Cerdà, Javier Herrero y Miguel Aparicio. Al Toubkal expres se nos incorporaron Rafael Moncholi, Mar Ramirez, Enric Marti, Edu Ambros e Ivan Junyent.
Autor PAKO CRESTAS
